La vieja peatonal, antes de las remodelaciones. |
Segundo sábado para un Octubre prometedor, pero sábado gris, nublado, con lloviznas.
Ideal para tomar unos mates con amigos y develar historias y presentes, para proponer caminos y utopías, para darnos la mano para dar una mano.
La reinauguración de la Peatonal Rocamora fue la excusa. Y aunque pensábamos ponernos en la misma Peatonal, para conversar también con la gente, la llovizna realizó la tarea de “recalcular” el lugar del encuentro, y ahí estaba el cobijo del “Hotel Carlos I”, así que con bagajes e intenciones nos encaminamos temprano hacia allí.
Lo encontramos muy bonito al hotel. No tal vez en su aspecto –original- sino en su ímpetu por atender, por hacer lugar, por hacerse un lugar en uno.
Descansaban allí los jugadores del plantel de San Isidro de San Francisco, Córdoba que la noche anterior habían caído ante el Tomás de Rocamora en el duelo previsto para el torneo Nacional del Ascenso. Y aunque no es nuestra especialidad el deporte, el dato sirvió para corroborar un dato que traíamos como expectativa: No había una sola cama hotelera en Concepción para el fin de semana.
De a poco fueron llegando los invitados, protagonistas todos de aquella peatonal soñada hace 20 años, que acaba de ser reinaugurada con un toque “retro” (modernizado dicen los que idearon los cambios), contradiciendo al paso del tiempo; ya que; 20 años atrás la peatonal –de tres cuadras, rememora Jorge Akrich- tenía un aire modernoso, con sus farolas esféricas y sus soportes redondeados y coloridos.
Olga de Meichtry, “de Gisella Boutique”, pronuncia una y otra vez, rememora sus años de llegar a ese lugar de la calle Rocamora, con el mismo ímpetu y filosofía que aún acompaña a ese nutrido grupo de colaboradores y que es presentar moda para la señora de la casa, desgranando a la vez, las alternativas para el Día de la Madre.
Jorge Akrich, el joyero más antiguo posiblemente de la ciudad hoy por hoy, reconoce que heredó joyería y profesión por la lógica obligación temporal de ir reemplazando a los antiguos. Y al frente de “Joyería Paris” que ya cuenta con 80 años; arremete con espíritu joven y antiguo compromiso las tareas que le demanda mantener esa añeja vidriera en el mismo lugar y con el mismo servicio desde la fundación misma del Mercado Municipal “3 de Febrero”, hace de esto, más de 60 años…
También estuvo Oscar Colombo, quien, entre otros menesteres, administra con su estudio contable, el hotel Carlos I° y es titular de la Dirección de Producción de la Municipalidad local.
Con él, además de rememorar aspectos de la Peatonal Rocamora, nos metimos en el área productiva de una ciudad que parece querer volver a los viejos tiempos protagónicos a nivel productivo. Puerto en funcionamiento, industrias de manufacturas localizadas hasta en el mismo puerto (Zanor, que para el próximo 20 espera comenzar a operar su primera cosechadora totalmente ensamblada totalmente en Concepción del Uruguay), avanzada la reconstrucción de toda la avenida costanera, en plena marcha el asfaltado del nuevo acceso a la ciudad desde la Ruta Nacional 14, el parque con ocupación a pleno y, como si fuera poca novedad, la Agencia Social Productiva, promoviendo la capacitación de jóvenes sin coberturas sociales, en aquellas disciplinas para las que son menester generar mano de obra con algún grado de especialización inicial.
Finalmente, Hugo Gabioud y Rodolfo Venere, ambos protagonistas de la primera y la reciente historia de esta Peatonal “Luz y Color”, recordaron viejos tiempos y resaltaron el “modelo de gestión” con el que encararon la actualización de este paseo, y que podríamos ejemplificar como la concurrencia de dineros estatales –vía subsidio- y privados, y que son percibidos en forma directa por la empresa que se hizo cargo de esta modernización que hoy se muestra más que orgullosa.
Así nos hicimos presentes, micrófono en mano, adhiriendo de algún modo a esta celebración que significó para Concepción del Uruguay la revalorización de uno de sus centros de paseo más concurridos y, para nosotros, volver a tomar conciencia de estos nuevos aires que corren hoy por hoy, por la Histórica Concepción del Uruguay.
Solemos decir que la historia se escribe con hechos sin especulaciones de futuro. Simples hechos cuya significación será dada después, recién, de la evaluación popular.
Cuenta Hugo Gabioud, que hace mas de 20 años, comerciantes de tres cuadras de calle Rocamora, entre Eva Perón y Leguizamón, se pusieron de acuerdo con las autoridades municipales para realizar, en ese espacio callejero, exposiciones pictóricas, espectáculos musicales, poner guirnaldas (las mismas luces que usaba el municipio para las noches del carnaval); durante los fines de semana.
Algunos de los invitados que nos acompañaron en esta jornada. |
Fue tal la adhesión popular a esos encuentros, que surgió la necesidad de darle continuidad a la idea y forma a la propuesta. Así, años después, en la esquina de Rocamora y Urquiza, dio “a luz y color” (valga el giro) este concepto que la gente de nuestra ciudad tomó para sí; y que hoy; está renovado.
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